Recordamos que la empresa avícola presentó quiebra a mediados de año, dejando a 45 trabajadores y trabajadoras en la calle sin aviso previo, sin indemnización, y adeudándoles tres meses de trabajo más el aguinaldo de este año y del año pasado también, sumado a esto, que la planta de trabajadores solicitó los aportes jubilatorios y se encontró con la mala noticia de que la empresa CRIAVE desde 2012 no realiza aportes. En el día de ayer el equipo de trabajadores despedidos, se concentró en la puerta de la empresa, la cual sigue funcionando, como acto de manifestación solicitando el pago de todo lo adeudado. <Canal de YouTube en VE>
“Hoy estamos aquí para que alguien de la cara y nos den una respuesta de por qué nos dejaron en la calle sin trabajo y adeudándonos tanto dinero, nadie da la cara (…). La empresa ahora está alquilada, sigue funcionando, pero los compañeros que no fueron despedidos nos dicen que los dueños siempre vienen por acá (…) Yo quiero trabajar pero antes quiero que me paguen todos los meses que me deben, porque los trabajé y si después me llaman para trabajar bienvenido sea”, expresó Pablo Contreras, trabajador despedido.
Yo vivo en el barrio y he visto al dueño y a su hija que siempre vienen por acá, los he llamado y nunca salió nadie (…). El dueño nos decía que nos quedemos tranquilos, que la empresa iba a salir adelante y el 16 de julio puso candado a la puerta y no pudimos entrar más a trabajar, fue sin aviso, sin carta documento (…), nosotros no queremos nada de violencia, solo queremos que nos explique, que nos digan en la cara si nos va a pagar”, concluyó Mario Cabrera, ex empleado de CRIAVE.
Fuente: NMP y VE.
“Hoy estamos aquí para que alguien de la cara y nos den una respuesta de por qué nos dejaron en la calle sin trabajo y adeudándonos tanto dinero, nadie da la cara (…). La empresa ahora está alquilada, sigue funcionando, pero los compañeros que no fueron despedidos nos dicen que los dueños siempre vienen por acá (…) Yo quiero trabajar pero antes quiero que me paguen todos los meses que me deben, porque los trabajé y si después me llaman para trabajar bienvenido sea”, expresó Pablo Contreras, trabajador despedido.
Yo vivo en el barrio y he visto al dueño y a su hija que siempre vienen por acá, los he llamado y nunca salió nadie (…). El dueño nos decía que nos quedemos tranquilos, que la empresa iba a salir adelante y el 16 de julio puso candado a la puerta y no pudimos entrar más a trabajar, fue sin aviso, sin carta documento (…), nosotros no queremos nada de violencia, solo queremos que nos explique, que nos digan en la cara si nos va a pagar”, concluyó Mario Cabrera, ex empleado de CRIAVE.
Fuente: NMP y VE.
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