Con el periodista y escritor Tomás Astelarra, en una interesantísima conversación, con la Radio Pública de Marcos Paz, vimos la compleja Colombia. El resultado de las elecciones en Colombia si bien decepciona no sorprende. Quizás si sorprenda la poca relevancia y análisis de la mayoría de los medios masivos nacionales. Incluso aquellos que se declaran “progresistas” o “de izquierda”. "La elección de Ivan Duque, delfín del ex presidente Álvaro Uribe Velez, trae una serie de implicancias geopolíticas a las hay que estar atentos", sostiene Astelarra. Lejos de la entronación de un candidato de “extrema derecha” en un lejano país, "es la demostración del avance del esquema de terror y muerte capitalista en el continente", declaró el periodista y escritor. Ante la cruzada de Alvarito y Duke, contra los pueblos indígenas, lo consultamos a Astelarra, si estamos ante una campaña de Julio Argentino Roca a la Colombiana, le gusto esta frase al periodista, "no lo había pensado pero que cierto es".
Las implicancias geopolíticas de esta elección para América Latina y Argentina en particular no son menores. No se trata de la elección de un candidato de “derecha” en un país que pareciera lejano y no hermano. El nuevo presidente Ivan Duque, delfín del ex presidente Álvaro Uribe Velez, es parte de un entramado narcoparamilitar que ha aprovechado la guerra, y también la “paz”, para la implementación de proyectos extractivistas de todo tipo. Aquello que las y los cumpas zapatistas llaman “la cuarta guerra mundial”. Una guerra contra los pueblos en pos del saqueo de sus recursos. Además, de ser tanto "Alvarito", como lo llamaba amablemente y como uno de ellos, el narcotraficante, Pablo Emilio Escobar, quien junto al presidente electo Ivan Duke, según Astelarra, son parte del negocio de la droga.
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