MUNICIPIO DE MARCOS PAZ

viernes, 3 de febrero de 2017

Justicia Tardía pero ¿Inexorable?. Por Luis Domenianni*.

Sin perder objetividad resulta factible afirmar que el gobierno acumula no pocos éxitos en la administración del país. También suma vaivenes, en buena medida debidos a su opción por el gradualismo. Pero no deja de llamar la atención la repetición de torpezas que desdibujan los aciertos y permiten a la agazapada oposición levantar cabeza en soslayo de su actuación en el pasado reciente.

               La cuestión del traslado de los feriados fue una muestra por demás elocuente de ese gravísimo infantilismo.
               ¿Qué pretendió la conducción del gobierno cuando resolvió el traslado? ¿Mover un feriado para compensar al sector turístico por la reducción de días puente? Si fue así, llegó la hora de meditar algunos minutos antes de tomar una decisión. Porque, decididamente, con la rectificación no se recupera prestigio.
               La torpeza, así pretende el gobierno describir su acción, aún sin pronunciar la palabra, llevó a la salida extemporánea del ex carapintada, héroe condecorado de la guerra de Malvinas, convertido en eficiente y honesto aduanero, Juan José Gómez Centurión.
               Gómez Centurión cuestionó la existencia de un plan de exterminio por parte de la última dictadura militar y el número de desaparecidos. Si quiso iniciar un debate sobre el pasado, no encontró peor oportunidad para hacerlo. El gobierno, impotente, lo llamó a silencio.
               Ni lento, ni perezoso, el peronismo que jamás cuestionó las actividades de espionaje del general César Milani, con causa abierta por desaparición de personas –Gómez Centurión nunca fue acusado por ninguna violación a los derechos humanos-, designado por Cristina Kirchner, rápidamente se movilizó contra la decisión oficial.
               La cuestión muestra, una vez más, la frivolidad y el oportunismo político con que son manipulados, en la Argentina, los hechos históricos. Por lo general, para sacar ventajas en el presente.
               En todo caso, y para retornar al presente, sería bueno reflexionar sobre si la Argentina está en condiciones de dejar de trabajar durante tantos días al año.
               La respuesta ya está dada por el comercio, el agro y las pequeñas y medianas empresas. Allí, todo el mundo trabaja en la mayoría de los feriados. Como no podía ser de otra manera, donde no se trabaja es en el Estado.
               Y en esto de no trabajar, resulta útil plantear, tal como lo hace el gobierno, la vigencia de la feria judicial de enero. Como si los tribunales argentinos fuesen un dechado de velocidad para impartir justicia, trabajan once meses al año. Ni que hablar las legislaturas provinciales y el Congreso Nacional. O los maestros y las universidades.
Decisiones
               En esto de los relatos, tan propios de la pseudo izquierda latinoamericana, los controles migratorios dispuestos por el gobierno para impedir el acceso al país de ciudadanos extranjeros con antecedentes penales, levantó una polvareda de los supuestos defensores de la “patria grande”.
               Como si la “patria grande” fuese un ideal que se minimiza cuando los delincuentes son impedidos de circular, instalarse y, eventualmente, operar donde se les venga en gana.
               Evo Morales salió presuroso a condenar al gobierno argentino que “pretende confundir a los ciudadanos bolivianos con narcotraficantes”. De donde lo sacó, no importa. Lo dijo y punto. Y con eso, se ganó el mote de “bolivariano defensor de la unidad latinoamericana”. Por supuesto que nada dijo cuándo quien imponía restricciones era la Venezuela chavista.
               Vale la pena recordar algunas sentencias del gran Evo al que todo se le perdona porque es indígena –en realidad, mestizo-, plurinacional, latinoamericanista, socialista y bolivariano.
Ahí van: “Los pollos que se consumen tienen hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”.
               Otra: “En Europa casi todos son calvos y esto es porque comen pollos”.
               Otra: “Este presidente de buen corazón, a todas las ministras les quita el calzón”.
               Otra: “En este milenio, es más importante defender los derechos de la Madre Tierra que los derechos humanos”.
               Frente a esto, la pseudo izquierda del subcontinente, mutis por el foro.
               Gustavo Arribas es el jefe de los espías de la Argentina ¿Méritos anteriores? Ninguno que sirva para el cargo, con excepción de la confianza del presidente Mauricio Macri. Esto no es malo, ni bueno en sí mismo.
               En todo caso, es comprensible que el presidente se decidiese por un hombre de su confianza dada la situación en la que el kirchnerismo dejó a la AFI, Agencia Federal de Inteligencia, la ex SIDE.
               El kirchnerismo colonizó, en su momento, la inteligencia. Militantes de La Cámpora entraron al organismo por docenas y desplazaron a los agentes profesionales –buenos o malos- que allí figuraban.
               Claro, para el kirchnerismo, la inteligencia, además de suministrar contenidos para carpetazos con que amenazar a propios y a ajenos –en clara violación de las leyes- constituía un botín de guerra, en particular con el manejo de los fondos reservados.
               Razones valederas para entender la designación de Arribas, alguien no contaminado por la política pero… contaminado por el mundo del dinero que se mueve tras el fútbol.
               Allí, las cosas no son claras. Y, de allí, salió Arribas. De ese lugar donde blanqueo de dinero, triangulaciones financieras, corrupción y arreglos extra deportivos están a la orden del día. De allí que la vinculación de Arribas con un cambista que operaba en el Lava Jato brasileño tenga razón de ser.
               Más allá de proclamar inocencias, lo cierto es que la transferencia del cambista a Arribas fue de alrededor de 70 mil dólares. Una cifra interesante para el común de los mortales pero poco atractiva a la hora de hablar de corrupción en los máximos niveles del Estado.
               Vale recordar que las “coimas” con origen brasileño de la constructora Odebrecht pagadas al kirchnerismo suman varios millones de dólares. Lo de Arribas resulta entonces una gran pantalla para intentar tapar lo imposible: la corrupción K.
               Mauricio Macri decidió no separar a Arribas. Parece bien, si todo se limita al pago efectuado por una operación inmobiliaria.
La saga corrupta (uno)
               Claudio Bonadío, juez de la causa conocida como Los Sauces SA citó a 21 personas para prestar declaración indagatoria, antesala del procesamiento.
               Los Sauces fue una “inmobiliaria” que no registró movimientos hasta el 2009 desde su creación en el 2006. No cuenta con oficinas. Solo registra dos empleados, uno de ellos el jardinero de Cristina Kirchner.
               De pronto, de la nada, lleva a cabo inversiones por más de 9.600 millones de pesos y registra deudas por casi 3.000 millones con empresas de Lázaro Báez.
               Irregularidades: de todo tipo. Pago de alquileres por parte de Báez por propiedades ocupadas por otros inquilinos, transferencias bancarias inexplicables, subvaloración de inmuebles.
               El colmo: la firma solo contaba con dos clientes que acapararon casi la totalidad de las operaciones. Sí, adivinó. Lázaro Báez y el “zar K del juego” Cristóbal López.
               Las indagatorias comenzarán el 20 y 21 de febrero. Primero, van los peces pequeños. Luego, subimos a los medianos. El contador de la Kirchner, Víctor Manzanares, para el 1 de marzo. El socio de Máximo Kirchner, Osvaldo “Bochi” Sanfelice para el mismo día.
               Luego vienen los testaferros: Cristóbal López, el 2 de marzo y Lázaro Báez, el 3 de marzo.
               Después, la sobrina Romina Mercado, el 3 de marzo. Luego, los niños Florencia y Máximo Kirchner, el 6 de marzo.
               Y finalmente, la “arquitecta egipcia” y “abogada exitosa” Cristina Kirchner, el 7 de marzo.
               A cada chancho, le llega su San Martín.
               La lenta actividad tribunalicia de los años K, parece recuperar pleno vigor con el fin de la feria judicial.
               Así, los cuatro jinetes criollos del Apocalipsis apelaron la decisión del juez Julián Ercolini de procesarlos por asociación ilícita y trabarles embargos por 10 mil millones de pesos.
               El procesamiento indica el montaje de una estructura delictiva en el seno del Estado para favorecer a Lázaro Báez con millonarios contratos viales, la mitad de los cuales no fueron concluidos y por los que se llegaron a facturar –y cobrar- sobreprecios que alcanzan hasta un 65 por ciento.
               ¿Los principales procesados? Sí. Adivinó. José López, Lázaro Báez, Julio De Vido y Cristina Kirchner. Los cuatro jinetes criollos del Apocalipsis. La defensa de cada uno: yo no fui.
               Mientras tanto, el juez Sebastián “tortuga” Casanello continúa recorriendo la Ruta del Dinero K. Ahora decidió viajar a Montevideo para mantener una reunión con la jueza uruguaya que investiga el accionar en Uruguay.
               La justicia uruguaya investiga las operaciones que Lázaro Báez llevó a cabo en ese país con la eventual intención de derivar recursos obtenidos de los sobre precios en la obra pública hacia paraísos fiscales en terceros países.
               A Casanello siempre le faltan datos. Y él… investiga.
La saga corrupta (dos)
               Pero, la suerte de Cristina Kirchner parece echada con la decisión del juez Ariel Lijo de iniciar la investigación sobre la denuncia del “fallecido” fiscal Alberto Nisman por encubrimiento de Cristina Kirchner, el ex canciller Héctor “aduanero” Timerman, Andrés Larroque, alias “el cuervo”; y los agentes de Irán, el parapolicial Fernando Esteche y el piquetero Luis D’Elía.
               Lijo dispuso además que la investigación sea encabezada por el fiscal Gerardo Pollicita que también interviene en la causa Hotesur y fue quien apeló el cierre de la causa de encubrimiento para los inculpados iraníes tras el ignominioso cierre del juez Daniel Rafecas.
               Y hay más. El juez Sergio Torres procesó a la ex procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, por el delito de peculado de servicios, tras la denuncia del fiscal Germán Moldes, por no haber impulsado la investigación sobre la denuncia del fiscal Nisman.
               Abbona no es precisamente, lo que se llama un bebé de pecho. Actualmente, es investigada por borrar decenas de mails y documentos vinculados con las cuentas de Lázaro Báez en el exterior.
               En defensa de la indefendible pandilla K, salió al cruce el ex juez de la Corte y rentista de edificios de su propiedad alquilados a prostíbulos, Eugenio Zaffaroni. Fue de pésimo gusto su “broma” sobre su intención de ahorcar a Nisman porque su denuncia lo obligó a leer 300 fojas.
               Quizás pretendió decir que la denuncia estaba mal redactada en su intento de descalificarla. O tal vez, mostró la hilacha de su afectación por el trabajo. Es demasiada lectura…
               Queda Milagro Sala. La intención del peronismo, no ya de los K solamente, de convertirla en una mártir del gobierno reaccionario de Cambiemos por su condición étnica y en una presa política chocó definitivamente con el criterio del Parlamento Europeo.
               La intención de los Podemos españoles y de algún parlamentario nórdico rebotó contra una inmensa mayoría que consideró que en la Argentina existe independencia de poderes.
               El Parlamento europeo ratificó la competencia del sistema judicial argentino y la no interferencia en asuntos internos de otros Estados mientras no se violen normas de carácter internacional –léase derechos humanos-. Más claro, échele agua.
               Habrá que ver que dicen ahora, todos los que recomendaban al gobierno presionar al gobernador Gerardo Morales y a la justicia jujeña para que, sin considerar que la Sala es inocente, debería ser liberada para evitar problemas en los organismos internacionales
               Pero, por si faltaba algo de las correrías jujeñas de la Sala y su familia, además de los retiros de efectivo –por valores millonarios-, en la investigación por lavado que lleva a cabo la justicia jujeña, el joven hijo proletario de la líder piquetera adquirió en poco tiempo tres camionetas 4X4 y cuatro automóviles, todos 0 kilómetro y todos pagados al contado.
               Este joven, sin empleo conocido, patentó todos los vehículos a su nombre. Tres de ellos comprados el mismo día. Su joven hermana posee dos vehículos –nuevos, claro-, uno de ellos 4x4, pero la justicia sospecha sobre la propiedad de otros tres.
               ¿Los dirigentes peronistas que corren a prestar su solidaridad con la Sala no se enteran de todo esto?
               En fin, de a poco, la justicia se abre camino donde hasta hace un año solo reinaba la impunidad.
               Sí, era hora. Claro que las consecuencias serán políticas. Por algo, los k aparecen como desesperados para que Cristina Kirchner se presente como candidata, a lo que sea con tal que pueda ampararse en los fueros.

               Veremos donde.

* Periodista y Militante Radical en CAMBIEMOS

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